23 de abril: Día Mundial del Libro


La fecha hoy, 23 de abril, ha sido proclamada por la Unesco, en 1995, como Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor.
Esta conmemoración coincide con el fallecimiento de tres de los más grandes escritores de la historia de la humanidad, el español Miguel de Cervantes y Saavedra, el inglés William Shakespeare y el cronista e historiador Inca Garcilaso de la Vega.
En España e Inglaterra, es costumbre regalar un libro en esta fecha, en conmemoración de la muerte de quienes son considerados por muchos como los dos más grandes escritores de sus respectivos países, que eran contemporáneos y que el destino o quién sabe qué ignoto designio, hizo que fallecieran el mismo día y año, conjuntamente con el Inca Garcilaso de la Vega, reconocido como punto de inicio de la literatura latinoamericana.
En Madrid, España, el Círculo de Bellas Artes organiza una lectura del Quijote de la Mancha, que es realizada por personalidades y estudiantes que leen fragmentos de la obra más famosa de la Literatura universal. Esta lectura se realiza hasta completar el total contenido de la obra en forma ininterrumpida, con una duración de dos días seguidos.
Desde que el rey Juan Carlos I instituyó la entrega del Premio Miguel de Cervantes, esta lectura maratónica es iniciada por el autor de la obra que recibe ese año este premio a la literatura de habla hispana. Hoy en día, gracias a la tecnología de Internet, es posible presenciar este acto cultural en directo, a través del sitio:

http://www.cervantestv.es/

En Cataluña el Día del Libro tiene una forma muy pintoresca de celebrarse, porque ese día, los hombres que lo recuerdan, regalan rosas a las mujeres y ellas les corresponden regalándoles un libro. Esta es una tradición basada en la leyenda de San Jorge, cuando se enfrenta en su corcel blanco y mata al dragón con su lanza para defender a la reina, que había sido entregada al dragón en sacrificio, para que el monstruo no quemara plantíos y cultivos, aterrorizando a la gente. Para evitar estas desgracias, la leyenda dice que se entregaba al dragón una mujer todos los años y esa vez fue la mujer del rey quien debió ser entregada, pero San Jorge se presentó en su corcel y mató al dragón con su lanza.
De la herida del dragón manaba mucha sangre, que en contacto con la tierra produjo el nacimiento de rosas, una de las cuales San Jorge ofreció a la reina, que llena de alegría la llevó al pueblo y se la dio al rey.
Es así que en esta fecha, en Cataluña, los hombres regalan una rosa a la mujer reina de su corazón y ellas corresponden regalándoles un libro, celebrando de este modo el Día del Libro.
Es de destacar que este año se cumplen 405 años de la publicación de la primera parte del Quijote de la Mancha, que fue publicado por primera vez en 1605.
Por su parte el llamado Inca Garcilaso de la Vega, cuyo verdadero nombre era Gómez Suarez de Figueroa, nacido Cuzco, Perú en 1539 y fallecido en Córdoba, España, el 23 de abril de 1616, era un escritor e historiador hispano-peruano, que fue calificado como "Príncipe de los escritores del nuevo mundo", cuyas crónicas pertenecen a la época colonial de la historia del Perú.
Su principal obra "Comentarios Reales de los Incas", fue abolida por la corona española y considerada sediciosa y un peligro para los intereses españoles en Perú y Buenos Aires, en la época del levantamiento de Tupac Amaru, muchos años después de su publicación y de la muerte de su autor, porque glorificaba la grandeza de su herencia nacional Inca.
Por tal razón, este escritor mestizo peruano - español, que era hijo del conquistador español Sebastián Garcilaso de la Vega y de una princesa inca Isabel Chimpu Ocllo, nieta del Inca Túpac Yupanqui y sobrina del Inca Huayna Capac, fue bautizado con el nombre cristiano de Gómez Suárez de Figueroa, pero en su exilio en España cambió su nombre por Inca Garcilaso de la Vega.
Debido a la influencia de su padre perteneciente a la nobleza española, fue bautizado con los apellidos de uno de sus tíos paternos, estudió en el Colegio de Indios Nobles del Cuzco y fue educado junto a los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, que también eran mestizos, pero se mantuvo en estrecho contacto a través de su madre con la nobleza incaica.
Su obra cumbre, Comentarios Reales es considerada como un punto de partida de la literatura latinoamericana. En sus obras muestra a su familia inca como los antiguos gobernantes legítimos de su nación, donde todos vivían felices y libres, ignorando la existencia de las prácticas de sacrificios humanos de los incas, no se sabe si por mostrar benévolamente a sus ancestros maternos o porque nunca conoció esta parte de la cultura incaica.