El ausentismo de los muchos

"Odio a los indiferentes, creo que (...) Vivir significa tomar partido. No pueden existir solamente hombres, extraños a la ciudad. Quien verdaderamente vive no puede dejar de ser ciudadano y de participar. La indiferencia es abulia, parasitismo, ruindad; no es vida.(...)"

"La indiferencia actúa potentemente en la historia. Actúa pasivamente, pero actúa. Es la fatalidad; es aquello que con lo que no se puede contar; es lo que descompone los programas, subvierte los planes mejores construidos; es la materia bruta que se revela frente a la inteligencia y la destroza.
Lo que ocurre, no ocurre tanto porque algunos quieren que ocurra, como porque la masa de hombres abdica de su voluntad, deja hacer, deja anudar lo que únicamente la espada puede cortar, deja promulgar leyes que solo la revuelta puede luego abrogar, deja acceder al poder a los hombres que luego un amotinamiento podrá únicamente derrocar."
(...)
"Los hechos maduran en las sombras, pocas manos no vigiladas por ningún control urden la tela de la vida colectiva, y la masa no se entera porque se despreocupa de esto. Los destinos de una época son manipulados según visiones estrechas, objetivos inmediatos, ambiciones y pasiones personales de pequeños grupos activos; y la tela urdida en las sombras se completa; Entonces parece que es la fatalidad la que viene a sacudir a todo y a todos, al que quiso y al que no quiso, al que sabía y al que no sabía, al que había sido activo y al que permaneció indiferente."

Antonio Gramsci
Extracto del primer y único editorial de “La Cittá Futura”, periódico de cultura obrera escrita y dirigida por el mismo Gramsci.
11 de febrero de 1917