Primer manifiesto surrealista de André Breton

Los sueños y el azar en el arte

André Breton (1896-1966) fue el principal fundador del surrealismo. Su liderazgo atrajo a una constelación de artistas e intelectuales que le ayudaron a postular los lineamientos para el movimiento surrealista. En el primer manifiesto surrealista (1924) defiende la escritura automática como expresión del funcionamiento del pensamiento, revalora la fuerza de las imágenes por el poder de la imaginación y cita a varios colaboradores de su ismo como Robert Desnos, Philippe Soupault, Roger Vitrac, entre otros.

Breton proclama la originalidad de su movimiento que une el sueño con la vigilia en la literatura, sin depender exclusivamente de la observación, reflexión y generalización, así mismo recomienda evitar glosar las frases generadas por este procedimiento para que el lector participe en el juego propuesto por el escritor y descubra la solidaridad entre las palabras del texto. Declara que su movimiento continúa la obra de Guillaume Apollinaire y Gerard de Nerval, quienes se interesaron en los sueños.

La influencia de Freud: Sigmund Freud descubrió el psicoanálisis en psiquiatría, lo que motivó el desarrollo del flujo de conciencia en la narrativa. Se daba densidad a la psicología de los personajes, estos cavilaban y nos mostraban sus facetas ocultas, enriqueciendo los puntos de vista de la novela. En poesía, se destacó el significado de los sueños, la velocidad del pensamiento y la importancia de los mensajes ocultos que en el arte son verdades trascendentes y de autoconocimiento.

El sueño es visto como representación fragmentaria de las realidades, ya que recoge varias experiencias que combina y sugiere como formas simbólicas de enfrentar el mundo de la vigilia. La vigilia se ve como un fenómeno de interferencia a la creatividad durante el sueño, donde se goza de una libertad ilimitada, que podría equiparar la locura al exceso de imaginación. Con el apoyo de Freud, los surrealistas podían explorar el terreno de los sueños para superar los lugares comunes en literatura.

El sueño es entendido como un proyecto, que se hace viable en la ficción, de ahí que no importe su extrañeza, generará un texto poético o narrativo que no necesitará ser glosado, porque esto quita continuidad al acto. El sueño nos vincula al elemento maravilloso que ya había sido puesto de relieve en las literaturas nórdicas y orientales. La literatura gana complejidad con este movimiento, que surgió poco después del Dadá de Tristan Tzara, poeta amigo del círculo de Breton.
La búsqueda del azar: Los surrealistas o súper realistas buscaron liberar fuerzas oscuras mediante el azar, esto se nota en la sugerencia de Breton de sacar recortes de diarios en frases y palabras puestas en una bolsa, sacarlas a la suerte y de ahí elaborar un poema. Breton buscaba que sus textos no tengan exclusivamente fines literarios, ya que hubo surrealistas que escribieron textos entre el ensayo y el relato. En esta experimentación se les unieron muchos dadaístas que fundaron su movimiento en 1916.

El surrealismo fue contestatario en sus inicios, sus exponentes atacaban gente en las conferencias. Quisieron explotar el mundo irracional, narraban sus sueños. La escritura automática liberó el azar en la creación literaria, evitando le mediación de la razón y el cálculo. Así quisieron pasar el pensamiento directamente al papel como una taquigrafía mental. Este movimiento se extendió en el tiempo y hasta ahora tiene influencia, siendo Sábato uno de los surrealistas destacados en novela.

Para los surrealistas, el hombre no estaba masificado y para conocerle era necesario llegar al caos de su psyque. Con el azar se busca llegar al origen del acto, a la motivación primigenia, que será expresada en esta corriente literaria. Breton pone como ejemplo de este dominio a Rimbaud, quien se consideraba un vidente de verdades trascendentes que llegaban por medio del arte, también se sentía el oráculo de sí mismo y estuvo en contacto con los principales simbolistas franceses de su tiempo.

El arte poética del surrealismo: Este primer manifiesto surrealista sienta las pautas para la elaboración de este tipo de ficción, además establece las credenciales culturales de los artistas involucrados en este movimiento. A pesar que todos sus fundadores eran jóvenes e ilustrados, tuvieron el tino de no ser igual de provocadores que los futuristas de Marinetti, quienes creían que podían cambiar la historia del arte y la humanidad con la presunción de empezar una nueva etapa en la literatura.

No hay ataques rabiosos ni viciosos a nadie en este manifiesto, solo se critica las descripciones vanas, las frases insulsas, el sopor que causa una lectura poco interesante. Se invita a descubrir otro referente para la ficción, el universo de los sueños, que está dotado de trascendencia por develar el ser recóndito del ser humano. Este movimiento fue de los más logrados y significativos de la vanguardia, pues se extendió a artes como el cine, la pintura y la escultura.

En este ismo, la imagen estimula la imaginación y ninguna está demás, ni merece poca atención. El surrealismo busca mostrar y narrar sin explicar, es como lo que dice Sábato acerca de su Informe sobre ciegos, cuando lo entrevistan confiesa que esas visiones y episodios vinieron a su mente repentinamente y que hasta ahora no sabe lo que significan totalmente. Este fue el inicio del surrealismo, el mismo Breton produjo dos manifiestos más por la evolución y logros de su movimiento.
Conclusión: El primer manifiesto surrealista de André Breton sentó las bases de la poética del movimiento surrealista en tanto ismo que buscaba la escritura automática por el dictado del pensamiento e integrar el sueño con la vigilia en los textos artísticos, ampliando el campo de la realidad y su significado. Siguiendo a Freud, conectaron los sueños a mensajes trascendentes y significativos válidos por sí mismos, que tendrían que jugar junto al azar en una nueva manera de hacer arte.

Este manifiesto, presenta a las intelectualidades y artistas del movimiento, que tienen el rol de fundadores y colaboradores en equipo con Breton. Todos los nombres de los surrealistas están apoyados por sus obras y sus logros en la consolidación del surrealismo como maduración de la vanguardia, apertura a la experimentación y aporte al arte poética de este ismo literario.


G. Valdivia Dávila