GOTTFRIED BENN

El poemario Morgue y otros poemas de Gottfried Benn (1886-1965) se publicó en 1912 en Berlín, causando un escándalo tan violento como pocos en la historia de la literatura. La edición de 500 ejemplares se agotó en una semana y fue prohibida y confiscada a en 1916. La conmoción pública le dio a este médico de 26 años una temprana celebridad. Para el público lector, Morgue significó una ruptura radical con los parámetros literarios vigentes. La combinación novedosa de temas grotescos y macabros tomados de la praxis médica, con estereotipos líricos y frases tradicionalmente poéticas revelaba no sólo la posibilidad de romper y transformar el lenguaje, sino que, además, señalaba el vacío semántico de la expresión poética tradicional.

Frases hechas, valores comunes, como "hermosa juventud", "la felicidad del primer amor", "delirio y patria", "fe amor esperanza", se relacionaban con imágenes del despojo humano, cadáveres y dolencias físicas para expresar una crítica feroz al imaginario lírico del momento, trazando por lo demás un cuadro muy diferente del ser humano, de un ser ahora desprovisto de toda trascendencia.

La concepción del ser humano que se revela en estos poemas, un ser reducido a carne enferma o carroña, despojado no sólo de alma y trascendencia sino de todo valor convencionalmente relacionado a su supuesta condición de ser superior, puede leerse como extrema manifestación de un nihilismo radical. Pero detrás de la dura superficie de los versos, de los cadáveres y cancerosos, de la patología humana, surge otro tono, otra intención. Y posiblemente sea aquí donde radique la fascinación de estos poemas para el lector actual. Pues una de las motivaciones ocultas para estos juegos combinatorios se vincula con un profundo e inconfesable sentimiento de piedad, piedad con ese ser despojado y reducido a lo más carnal de su existencia. El médico Benn, consciente de la vacuidad de todo ideal, logra con la destrucción del lenguaje poético niveles más profundos de comprensión. Al describir fríamente la incongruencia evidente entre la realidad y la palabra, su mirada clínica, pero también piadosa enfrenta las terribles consecuencia de tal incongruencia. De la distancia existente entre el dolor real y el sueño ideal surge el presentimiento de una condición humana que trasciende las convenciones culturales aceptadas.

POEMAS

Ciclo
El molar solitario de una ninfa
muerta no identificada
tenía un arreglo de oro.
Los demás se habían marchado como a una cita furtiva.
El sirvecadáveres se lo arrancó a golpes
lo empeñó, y se fue p`al baile.
Total, dijo sólo el polvo ha de volver al polvo...

Réquiem
Por mesa, hay dos. Varones y hembras
en cruz. Juntos, nudos, más sin pena.
Partido el cráneo. Deshecho el pecho. Los cuerpos
Están de parto en su vez postrera.

Cubetas llenas. Del seso al huevo
Y el templo de Dios y el establo del diablo.
pues pecho a pecho el fondo de una tierra
de Gólgota y Caída hacen escarnio.

El resto en cajas. Renacimientos:
Androspiernas, pecho de niño y pelo de hembra:
de dos que un día se amancebaron
lo vi allí, como surgido de un regazo.

Novia del negro
Entonces yacía sobre almohadas de sangre oscura
la nuca rubia de una mujer blanca.
El sol rabiaba en su pelo
y le lamía largamente el muslo claro,
y se hincaba en torno de sus más parduscos senos
intactos aún de vicio y parto.
A su lado un negro: por coz de pezuña equina
ojos y frente destrozados. Penetraba
con dos dedos de su inmundo pie izquierdo
en el interior de su pequeña oreja blanca.
Pero ella yacía y dormía como una novia:
en el festón de su dicha del primer amor
y como al umbral del inicio de muchas Ascensiones
de la tibia sangre joven.
Hasta que le
hundieron el cuchillo en la blanca garganta
y le echaron un mandil púrpura de sangre muerta
en torno a las caderas.


Gottfried Benn - Del ciclo Morgue - Traducción de Susana Romano