A COLOMBIA, Julio Flórez Rea

Golpea el mar el casco del navío


que me aleja de ti, patria adorada.


Es medianoche; el cielo está sombrío;


negra la inmensidad alborotada.






Desde la yerta proa, la mirada


hundo en las grandes sombras del vacío;


mis húmedas pupilas no ven nada.


Qué ardiente el aire; el corazón qué frío.






Y pienso, oh patria, en tu aflicción, y pienso


en que ya no he de verte. Y un gemido


profundo exhalo entre el negror inmenso.






Un marino despierta... se incorpora...


aguza en las tinieblas el oído


y oigo que dice a media voz ¿Quién llora?