Fazal Sheikh nació en 1965 en Nueva York, se graduó en Princeton en 1987 y ha viajado por Pakistán, Afganistán, Brasil, Cuba e India, así como por diversos países de Africa, buscando comunidades de personas refugiadas o desplazadas de sus hogares por las guerras civiles, la sequía y el hambre, luchando por sobrevivir durante años en los campamentos de refugiados donde el equilibrio tradicional de su vida ha sido completamente destruido.
Ha trabajado en los campamentos de Kenia, Malawi y Tanzania, donde se reunieron las personas que huyeron de los conflictos de Sudán, Etiopía, Somalia, Mozambique y Ruanda. A mediados de la década de 1990 visitó los campamentos de refugiados afganos que habían escapado después de la invasión soviética de su país. Cuando regresó a los campamentos donde los refugiados somalíes en Kenia han estado viviendo durante una década, encontró a los niños que había fotografiado diez años antes, ahora convertidos en adolescentes que no conocían nada más que la vida en los campamentos. Desde entonces ha trabajado en Mexico, Cuba, Brasil y, más recientemente, la India. Su último libro, Moksha, examina la vida de las viudas de los desposeídos de la India.
“Una cosa es fotografíar personas y otra tratar de entenderlas. Para esto se necesita tiempo y paciencia, y un innato respeto a la diferencia, el abismo entre su propia religión, política, posición económica, idioma y los de la persona frente a uno. Tratar de cruzar ese abismo con una cámara invita a la sospecha y al malentendido. Pero en una época en que la fotografía tradicional a menudo se limita a una breve escala y la búsqueda de imágenes sensacionalistas, es mayor que nunca la necesidad de tener tiempo y representar y comprender a las personas cuyas vidas y valores son muy diferentes a los nuestros.”
Fazal Sheikh no sólo hace fotos, sino que entrevista a las personas que fotografía, les pregunta sobre sus vidas, e incluye las transcripciones en sus libros y exposiciones, a las que añade su propio comentario sobre su pueblo, su país, y la situación en la que se encuentra.
Ha trabajado en los campamentos de Kenia, Malawi y Tanzania, donde se reunieron las personas que huyeron de los conflictos de Sudán, Etiopía, Somalia, Mozambique y Ruanda. A mediados de la década de 1990 visitó los campamentos de refugiados afganos que habían escapado después de la invasión soviética de su país. Cuando regresó a los campamentos donde los refugiados somalíes en Kenia han estado viviendo durante una década, encontró a los niños que había fotografiado diez años antes, ahora convertidos en adolescentes que no conocían nada más que la vida en los campamentos. Desde entonces ha trabajado en Mexico, Cuba, Brasil y, más recientemente, la India. Su último libro, Moksha, examina la vida de las viudas de los desposeídos de la India.
“Una cosa es fotografíar personas y otra tratar de entenderlas. Para esto se necesita tiempo y paciencia, y un innato respeto a la diferencia, el abismo entre su propia religión, política, posición económica, idioma y los de la persona frente a uno. Tratar de cruzar ese abismo con una cámara invita a la sospecha y al malentendido. Pero en una época en que la fotografía tradicional a menudo se limita a una breve escala y la búsqueda de imágenes sensacionalistas, es mayor que nunca la necesidad de tener tiempo y representar y comprender a las personas cuyas vidas y valores son muy diferentes a los nuestros.”
Fazal Sheikh no sólo hace fotos, sino que entrevista a las personas que fotografía, les pregunta sobre sus vidas, e incluye las transcripciones en sus libros y exposiciones, a las que añade su propio comentario sobre su pueblo, su país, y la situación en la que se encuentra.