Simone de Beauvoir

Simone de Beauvoir
La mujer rota (fragmento)


"Miércoles 2 de diciembre.
Isabelle opina (o por lo menos lo dice) que Maurice no pensaba ni la cuarta parte de lo que dijo. Tuvo aventuras sin confesármelas: es banal. Ella siempre me ha repetido que una fidelidad de veinte años no era posible para un hombre. Evidentemente, Maurice hubiera hecho mejor hablando, pero se sintió atado por sus juramentos. Sus quejas en mi contra, sin duda acaba de inventarlas: si se hubiera casado conmigo a desgana, yo me habría dado cuenta, no habríamos sido tan felices. Ella me aconseja borrar todo esto. Se obstina en pensar que soy yo quien tiene la sartén por el mango. Los hombres eligen lo más fácil: es más fácil quedarse con su mujer que aventurarse en una vida nueva. Me hizo concertar una cita por teléfono con una de sus viejas amigas, que es ginecóloga, que conoce muy bien los problemas de la pareja y que podrá ayudarme, piensa ella, a ver claro en mi historia. Bueno.
Maurice está lleno de atenciones, desde el lunes, como todas las veces en que ha llegado demasiado lejos.
—¿Por qué me has dejado vivir ocho años en la mentira?
—No quería causarte pena.
—Habrías debido decirme que ya no me querías.
—Pero no es verdad: te lo dije por cólera; siempre te he querido. Te quiero.
—No puedes quererme si piensas la mitad de lo que me dijiste. ¿De veras piensas que he sido una madre abusiva?Decididamente, de todas las maldades que me echó en cara, ésa es la que más me ha sublevado.
—Abusiva es algo exagerado.
—¿Pero?
—Siempre te dije que mimabas demasiado a las chicas. Colette reaccionó amoldándose demasiado dócilmente a ti y Lucienne por un antagonismo que con frecuencia te ha sido penoso.
—Pero que finalmente la ayudó a realizarse. ¡Está contenta de su suerte y Colette de la suya! ¿Qué más quieres?
—Si de veras están contentas...
No insistí. Su cabeza está llena de segundas intenciones. Pero hay respuestas que no soportaría escuchar: no hago las preguntas.
Viernes 4 de diciembre.
Recuerdos implacables
"