Cien años de soledad
“La casa se llenó de amor. Aureliano lo expresó en versos que no tenían principio ni fin. Los escribía en los ásperos pergaminos que le regalaba Melquíades, en las paredes del baño, en la piel de sus brazos, y en todos aparecía Remedios transfigurada: Remedios en el aire soporífero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respiración de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre. Rebeca esperaba el amor a las cuatro de la tarde bordando junto a la ventana. Sabía que la mula del correo no llegaba sino cada quince días, pero ella la esperaba siempre, convencida de que iba a llegar un día cualquiera por equivocación”.
Fragmento de " Cien años de soledad"
Gabriel García Márquez
SI, MI AMIGA - Juan L. Ortiz
Sí, mi amiga, estamos bien, pero tiemblo
a pesar de esas llamas dulces contra junio…
Estamos bien… sí…
Miro una danzarina en su martirio, es cierto,
con los locos brazos, ay, negando la ceniza
y el crepúsculo íntimo…
Estamos bien… Cummings que se va, muy pálido,
al país que nunca ha recorrido,
mientras Debussy enciende el suyo, submarino…
Estamos bien… Pero tiemblo, mi amiga, de la lluvia
que trae más agudamente aún la noche
para las preguntas que se han tendido como ramas
a lo largo de la pesadilla de la luz,
con la vara que sabes y la arpillera que sabes,
en las puertas mismas, quizás, de la poesía y de la música…
Estamos bien, sí mi amiga, pero tiemblo de un crimen…
Cuándo, cuándo, mi amiga, junto a las mismas bailarinas del fuego,
cuándo, cuándo, el amor no tendrá frío?
MUERE EL ESCRITOR COLOMBIANO GABRIEL GARCIA MARQUEZ A LOS 87 AÑOS
El escritor colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel de literatura en 1982, falleció hoy a los 87 años en México DF, confirmaron medios internacionales.
El fallecimiento de García Márquez, nacido en Aracataca (Colombia) el 6 de marzo de 1927 y autor de libros célebres como Cien años de soledad y El amor en los tiempos del cólera, entre muchos otros, fue confirmado por la cadena venezolana Telesur y el diario español El País, entre otros medios informativos.
ELEGIA DE TODOS LOS TIEMPOS por PABLO DE ROKHA
Camino, ruta, sendero, callejón de soledad, con esbirros, embanderado de
mujeres y de ciudades, por océanos, o árbol trágico y matemático. a
aquella gran ribera desesperada, vía de luto, calle de dolores, senda de
llanto,
gran vereda asoleada y florea! como trigo, como montaña, como pecho de
serpiente, lago de oro. dios enloquecido.
todos van hacia la misma orilla .
Allí donde están tendidos los muertos y los recuerdos de los muertos, y la desgracia humana se reúne y se azota y se precipita y se abruma contra
el oleaje irremediable, como una gran vaca idiota, porque, de un gran amor, de un gran amor, sólo quedan los sexos vacíos.
Azotado o poderoso, humillado o altanero, alegre como el vino o la mujer
desnuda,
triste y grande, como la caída del sol, profundo
como la unidad y sus misterios, como la voz que emerge, desde la especie.
por debajo del hombre enorme.
Lenin o Jesús. las grandes banderas,
el hambriento, el rico, el enfermo, el que tenia una sola flor, y se la robaron, y el amo de la propiedad atrabiliaria,
éstos, aquéllos, ésos, a la muerte desesperados, irán cayendo, irán cayendo.
irán cayendo, despavoridos, aunque se agarren a la humanidad, que se derrumba y se desploma con ellos,
o con nosotros, con todos nosotros,
como un carro de cosechas, en la quebrada cordillerana.
Sí, el ser perece, pero, por adentro de la historia, naciendo y muriendo,
heroicamente.
todo y sólo lo humano, enarbolado de trabajadores, sobrevive y resplandece,
encima de la gran tiniebla,
la sociedad, coronada de obreros.
Eternamente, las masas humanas son lo eterno, individuo-uníverso-infinito, en multitud orgánica y dramática.
condensados. estructurados, sumados, soviéticamente, en enormes soviets
de voces.
Muere el hombre no tronchando nunca la cadena.
la cadena encadenada, de fuego y hierro del suceder económico,
porque tiempo y mundo son lo mismo;
astro de angustia, manzanas de sueños, naranjas de miedo, vientre de flor
celeste.
y en los cementerios culmina la vida.
Apretándose y destrozándose, hacia la muralla enlutada.
agachado el proletario, bajo los látigos del explotador, que restalla la huasca
ensangrentada y difícil, como una inmensa copa de salud, empuña la dialéctica.
gran vereda asoleada y florea! como trigo, como montaña, como pecho de
serpiente, lago de oro. dios enloquecido.
todos van hacia la misma orilla .
Allí donde están tendidos los muertos y los recuerdos de los muertos, y la desgracia humana se reúne y se azota y se precipita y se abruma contra
el oleaje irremediable, como una gran vaca idiota, porque, de un gran amor, de un gran amor, sólo quedan los sexos vacíos.
Azotado o poderoso, humillado o altanero, alegre como el vino o la mujer
desnuda,
triste y grande, como la caída del sol, profundo
como la unidad y sus misterios, como la voz que emerge, desde la especie.
por debajo del hombre enorme.
Lenin o Jesús. las grandes banderas,
el hambriento, el rico, el enfermo, el que tenia una sola flor, y se la robaron, y el amo de la propiedad atrabiliaria,
éstos, aquéllos, ésos, a la muerte desesperados, irán cayendo, irán cayendo.
irán cayendo, despavoridos, aunque se agarren a la humanidad, que se derrumba y se desploma con ellos,
o con nosotros, con todos nosotros,
como un carro de cosechas, en la quebrada cordillerana.
Sí, el ser perece, pero, por adentro de la historia, naciendo y muriendo,
heroicamente.
todo y sólo lo humano, enarbolado de trabajadores, sobrevive y resplandece,
encima de la gran tiniebla,
la sociedad, coronada de obreros.
Eternamente, las masas humanas son lo eterno, individuo-uníverso-infinito, en multitud orgánica y dramática.
condensados. estructurados, sumados, soviéticamente, en enormes soviets
de voces.
Muere el hombre no tronchando nunca la cadena.
la cadena encadenada, de fuego y hierro del suceder económico,
porque tiempo y mundo son lo mismo;
astro de angustia, manzanas de sueños, naranjas de miedo, vientre de flor
celeste.
y en los cementerios culmina la vida.
Apretándose y destrozándose, hacia la muralla enlutada.
agachado el proletario, bajo los látigos del explotador, que restalla la huasca
ensangrentada y difícil, como una inmensa copa de salud, empuña la dialéctica.
Victoria Ocampo - La mujer y su expresión
"Creo que, desde hace siglos, toda conversación entre el hombre y la mujer. empieza por un "no me interrumpas" de parte del hombre. Hasta ahora el monólogo parece haber sido la manera predilecta de expresión adoptada por él. Durante siglos, habiéndose dado cuenta cabal de que la razón del más fuerte es siempre la mejor (por más que no debiera serlo), la mujer se ha resignado a repetir, por lo común, migajas del monólogo masculino disimulando a veces entre ellas algo de su cosecha. Pero a pesar de sus cualidades de perro fiel que busca refugio a los pies del amo que la castiga, ha acabado por encontrar cansadora e inútil la faena. Luchando contra esas cualidades que el hombre ha interpretado a menudo como signos de una naturaleza inferior a la suya, o que ha respetado porque ayudaban a hacer de la mujer una estatua que se coloca en un nicho para que se quede ahí "sage comme une image"; luchando, digo, contra esa inclinación que la lleva a ofrecerse en holocausto, se ha atrevido a decirse con firmeza desconocida hasta ahora: "El monólogo del hombre no me alivia ni de mis sufrimientos, ni de mis pensamientos. ¿Por qué he de resignarme a repetirlo? Tengo otra cosa que expresar. Otros sentimientos, otros dolores han destrozado mi vida, otras alegrías la han iluminado desde hace siglos"Victoria Ocampo La mujer y su expresión (fragmento) |
Otro mayo - Juan Gelman
cuando pasabas con tu otoño a cuestas
mayo por mi ventana
y hacías señales con la luz
de las hojas finales
¿qué me querías decir mayo?
¿porqué eras triste o dulce en tu tristeza?
nunca lo supe pero siempre
había un hombre solo entre los oros de la calle
pero yo era ese niño
detrás de la ventana
cuando pasabas mayo
como abrigándome los ojos
y el hombre sería yo
ahora que recuerdo
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