Mike Donovan contempló su vacía jarra de cerveza, se sintió
aburrido, y decidió que ya había escuchado lo suficiente. Dijo
en voz alta:
-Si tenemos que hablar acerca de robots poco habituales, yo
conocí una vez a uno que desobedeció la Primera Ley.
Y, puesto que aquello era algo completamente imposible, todo
el mundo dejó de hablar y se volvió para mirar a Donovan.
Donovan maldijo inmediatamente su bocaza y cambió de tema.
-Ayer me contaron uno muy bueno -dijo en tono conversacional-
acerca de...
MacFarlane, en la silla contigua a la de Donovan, dijo:
-¿Quieres decir que sabes de un robot que causó daño a un ser
humano?
Eso era lo que significaba la desobediencia a la Primera Ley,
por supuesto.
-En cierto sentido -dijo Donovan-. Digo que me contaron uno
acerca de...
-Cuéntanos eso del robot -ordenó MacFarlane.
Algunos de los otros hicieron resonar sus jarras sobre la
mesa. Donovan intentó sacarle el mejor partido al asunto.
-Ocurrió en Titán, hará unos diez años -dijo, pensando
rápidamente-. Sí, fue en el veinticinco. Acabábamos de recibir
cargamento de tres nuevos modelos de robots, diseñados
especialmente para Titán. Eran los primeros de los modelos MA.
Los llamados Emma Uno, Dos y Tres -hizo chasquear los dedos
pidiendo otra cerveza, y miró intensamente al camarero-.
Veamos, ¿qué viene a continuación?
-He estado metido en robótica
toda mi vida, Mike -dijo MacFarlane-. Nunca he oído hablar
de ninguna serie MA.
-Eso se debe a que retiraron todos los MA de las cadenas de
montaje inmediatamente después... inmediatamente después de lo
que voy a contarles. ¿No lo recuerdan?
-No.
Apresuradamente, Donovan continuó:
-Pusimos inmediatamente a los robots a trabajar. Entiéndanlo,
hasta entonces, la base era completamente inutilizable durante
la estación de las tormentas, que dura el ochenta por
ciento del período de revolución de Titán en torno a Saturno.
Durante las terribles nevadas, no puedes encontrar la base ni
siquiera aunque estés tan solo a cien metros de ella. Las
brújulas no sirven para nada, puesto que Titán no posee campo
magnético.
“La virtud de esos robots MA, sin embargo, era que estaban
equipados con vibrodetectores de un nuevo diseño, de modo que
podían trazar una línea recta hasta la base a través de
cualquier cosa, y eso significaba que los trabajos de minería
podían proseguir durante todo el período de revolución. Y no
digas una palabra, Mac. Los vibrodetectores fueron retirados
también del mercado, y es por eso por lo que ninguno de
ustedes ha oído hablar de ellos -Donovan tosió-. Secreto
militar, ya saben."
Hizo una breve pausa y prosiguió:
-Los robots trabajaron estupendamente durante la primera
estación de las tormentas. Luego, al inicio de la estación de
las calmas, Emma Dos empezó a comportarse mal. No dejaba de
huronear por los rincones y bajo los fardos, y tenía que ser
sacada constantemente de allí. Finalmente, salió de la base y
no regresó. Decidimos que debía de haber algún fallo de
fabricación en ella, y seguimos con los otros dos. Sin
embargo, eso significaba que andábamos constantemente cortos
de manos, o cortos de robots al menos, de modo que cuando a
finales de la estación de las calmas alguien tuvo que ir a
Kornsk, yo me presenté voluntario para efectuar el viaje sin
ningún robot. Parecía bastante seguro; no esperábamos ninguna
tormenta en dos días, y en el término de veinte horas estaría
de vuelta.
“Estaba ya en mi camino de vuelta, a unos buenos
quince kilómetros de distancia de la base, cuando el viento
empezó a soplar y el aire a espesarse. Hice aterrizar
inmediatamente mi vehículo aéreo antes de que el viento
pudiera destrozarlo, me orienté hacia la base y eché a correr.
Podía correr una buena distancia sin dificultad en aquella
baja gravedad, pero ¿cómo correr en línea recta? Esa era la
cuestión. Mi reserva de aire era amplia y los calefactores de
mi traje satisfactorios, pero quince kilómetros en medio de
una tormenta titaniana son el infinito.
“Entonces, mientras
las cortinas de nieve lo oscurecían todo, convirtiendo el
paisaje en un lóbrego atardecer, haciendo que desapareciera
incluso Saturno y el sol se convirtiera apenas en una mota
pálida, me detuve en seco, inclinándome contra el viento.
Había un pequeño objeto oscuro directamente frente a mí.
Apenas podía verlo, pero sabía lo que era. Era un cachorro de
las tormentas, la única cosa viva capaz de resistir una
tormenta titaniana, y la cosa viva más maligna con la que
puedas encontrarte en ningún lado. Sabía que mi traje espacial
no iba a protegerme una vez viniera por mí, y con aquella
mala luz tenía que esperar a asegurarme un blanco perfecto o
no atreverme a disparar. Un solo fallo, y saltaría sobre mí.
“Retrocedí lentamente, y la sombra me siguió. Se iba
acercando, y yo empecé a sacar mi lanzarrayos con una
plegaria, cuando una sombra mayor gravitó de pronto sobre mí,
y lancé una exclamación de alivio. Era Emma Dos, el robot MA
desaparecido. No me detuve ni un momento en preguntarme qué
podía haberle pasado o preocuparme por sus dificultades.
Simplemente aullé:
“-¡Emma, muchacha, encárgate de ese cachorro de las tormentas,
y luego llévame a la base!
“Ella se me quedó mirando como si no me hubiera oído y dijo:
“-Amo no dispare. No dispare.
“Echó a correr a toda velocidad hacia aquel cachorro de las
tormentas.
“-¡Encárgate de ese maldito cachorro, Emma! -grité.
"Y,
efectivamente, se encargó de él. Lo cogió en sus brazos y
siguió caminando. Le grité hasta que me quedé afónico, pero no
regresó. Me dejó para que muriera en medio de la tormenta."
Donovan hizo una dramática pausa.
-Naturalmente, todos ustedes conocen la Primera Ley: Un
robot no puede dañar a un ser humano o, por inacción, permitir
que un ser humano sufra daño. Bien, pues Emma Dos simplemente
se marchó con aquel cachorro de las tormentas, dejándome atrás
para que muriera. Quebrantó la Primera Ley.
“Afortunadamente, conseguí ponerme a salvo. Media hora más
tarde, la tormenta amainó. Había sido una racha prematura y
temporal. Es algo que ocurre a veces. Corrí apresuradamente a
la base, donde llegué con los pies hechos polvo, y las
tormentas empezaron realmente al día siguiente. Emma Dos
regresó dos horas más tarde que yo, y el misterio se aclaró
entonces finalmente, y los modelos MA fueron retirados
inmediatamente del mercado."
-¿Y cuál era exactamente la
explicación? -quiso saber MacFarlane.
Donovan lo miró seriamente.
-Es cierto que yo era un ser humano en peligro de muerte, Mac,
pero para ese robot había algo más que pasaba por delante de
eso, que pasaba por delante de mí, que pasaba por delante de
la Primera Ley. No olvides que esos robots pertenecían a la
serie MA, y que ese robot MA en particular había estado
buscando escondites durante algún tiempo antes de desaparecer.
Es como si estuviera esperando que algo especial y muy íntimo
le ocurriera. Aparentemente, ese algo había ocurrido.
Donovan alzó reverentemente los ojos y su voz tembló.
-Ese cachorro de las tormentas no era ningún cachorro de las
tormentas. Lo llamamos Emma júnior cuando Emma Dos lo trajo
consigo al volver. Emma Dos tenía que protegerlo de mi arma.
¿Qué es la Primera Ley, comparada con los sagrados lazos del
amor materno?
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