El
9 de abril de 1963 moría en una isla en el Tigre Alejandro Xul Solar,
seudónimo de Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari. Destacado pintor,
fue también músico, frecuentó la astrología y el esoterismo, y hasta
inventó una lengua, la panlengua. Para recordarlo, hemos seleccionado un
artículo publicado en la Revista 2001, Nº 13, de agosto de 1969.
Fuente: Revista 2001, Nº 13, agosto de 1969.
"Alejandro Xul Solar, pintor, escribidor y pocas cosas más, duodecimal y catrólico (ca –cabalista, tro – astrológico, co –coísta o cooperador). Recreador, no inventor, campeón mundial de panajedrez y otros serios juegos que casi nadie juega; padre de una panlengua, que quiere ser perfecta y casi nadie habla, y padrino de otra lengua vulgar sin vulgo; autor de grafías platiútiles que casi nadie lee; exegeta de doce (+ una total) religiones y filosofías que casi nadie escucha. Esto que parece negativo, deviene (werde) positivo con un adverbio: aún, y un casi: creciente".
Así se definía a sí mismo, con cierto irremediable humor, el hombre que llegó a tomar contacto directo con fuerzas misteriosas que le adelantaron la verdad que más allá de la simple realidad terrestre hoy se nos revela por medio de la imaginación. Reconocido como uno de los más grandes pintores de este siglo, su maravillosa obra plástica testimonia sólo una faz de todo el conocimiento mágico que ese genial artista argentino llegó a poseer durante su vida fecunda. Asombro de críticos, admiración de espectadores, tema de polémica, se anticipó a toda la audiencia optimista que hoy es realidad humana. Profetizó de mil maneras un destino para el hombre cuya luminosidad excede poscálculos de posibilidad que nos otorga la razón.
Fuente: Revista 2001, Nº 13, agosto de 1969.
"Alejandro Xul Solar, pintor, escribidor y pocas cosas más, duodecimal y catrólico (ca –cabalista, tro – astrológico, co –coísta o cooperador). Recreador, no inventor, campeón mundial de panajedrez y otros serios juegos que casi nadie juega; padre de una panlengua, que quiere ser perfecta y casi nadie habla, y padrino de otra lengua vulgar sin vulgo; autor de grafías platiútiles que casi nadie lee; exegeta de doce (+ una total) religiones y filosofías que casi nadie escucha. Esto que parece negativo, deviene (werde) positivo con un adverbio: aún, y un casi: creciente".
Así se definía a sí mismo, con cierto irremediable humor, el hombre que llegó a tomar contacto directo con fuerzas misteriosas que le adelantaron la verdad que más allá de la simple realidad terrestre hoy se nos revela por medio de la imaginación. Reconocido como uno de los más grandes pintores de este siglo, su maravillosa obra plástica testimonia sólo una faz de todo el conocimiento mágico que ese genial artista argentino llegó a poseer durante su vida fecunda. Asombro de críticos, admiración de espectadores, tema de polémica, se anticipó a toda la audiencia optimista que hoy es realidad humana. Profetizó de mil maneras un destino para el hombre cuya luminosidad excede poscálculos de posibilidad que nos otorga la razón.